CHANGELOG

Seguimos hablando de reeducación ejecutiva, concretamente de tendencias reactivas medidas por la herramienta de Leadership Circle como una referencia más a la hora de analizar si nuestro liderazgo está realmente adecuado a enfrentamos. Así que en lugar de ejecutive education, necesitamos ejecutive reeducation, y eso solo se hace, no ya a concursos, sino practicando, analizando, iterando y conversando con los demás. Esto es lo que hacemos en el club inusual, esto concretamente es lo que hacemos en el MBA inusual, y esto es lo que hacemos en episodios como este, donde de manera, digamos, con voluntad divulgativa, hacemos taquitos, como aquellos taquitos de jamón que te reparten de vez en cuando o de buen queso, simplemente para que los degustes y te des cuenta si realmente esto resuena contigo, que sepas que hay muchísimo más detrás. Con lo cual, este mensaje no es un mensaje comercial, es un mensaje simplemente para intentar elevar la conciencia de las personas que tenemos un equipo o varios equipos a nuestro cargo, que nos demos cuenta que realmente podemos y debemos convertirnos en el líder que cualquier persona le gustaría tener a su lado, porque es un líder que no solo mira para sí mismo, para sí misma, sino que mira por su equipo.

Liderar es servir y no servirse, como bien dice nuestro amigo Xavier Marcel. Y realmente esto es lo que transmite, en cierta forma, esta reeducación ejecutiva. Y hoy vamos a analizar, como bien dice el título, si tu liderazgo o conoces a alguien cuyo liderazgo podría calificarse en ciertos momentos, a alguien cuyo liderazgo podría calificarse en ciertos momentos, en ciertos aspectos, como arrogante. Arrogante en sí es una palabra muy fea, y más lo es cuando la gente ha leído sobre tu liderazgo, porque el The Leadership Circle es como un tres sesenta donde tú eliges a los observadores, tanto personas que están por encima tuyo por, desde un punto de vista jerárquico, como a tus a tu izquierda y derecha, tus pares, tus colegas, como también tu tus colaboradores. Con lo cual, al final, si de las dimensiones de las que hablamos, y en este caso estamos, como decía, hablando de tendencias reactivas, la segunda tendencia reactiva es protección, estuvimos hablando de distancia.

Hablamos en el episodio pasado, que te invito a verlos si miras en nuestro changelock, verás que estuvimos hablando de crítica, en este caso hablamos de arrogancia. Y la arrogancia, básicamente, indica un ego muy grande, una tendencia a hablar mucho y a escuchar poco. Proyecta superioridad y se altera cuando son cuestionados. Este tipo de líder, más bien, si quieres, chapado a la antigua, pero algunos muy modernos que siguen teniendo el ego tal y como lo han aprendido, porque lo han visto así. Qué mal liderar con un ego inflamado.

Y qué mal para esa persona, porque muchas veces ni se da cuenta. Esa persona piensa que de esa manera se protege de los demás cuando en realidad lo que está haciendo es tirar piedras encima de su tejado. A nadie le gusta tener un jefe, una jefa con un ego inflamado. Y digo inflamado porque como toda tendencia reactiva, no es que sea mala del todo, o sea, un poquito conviene, hasta un treinta y tres por ciento concretamente, The Leadership Circle está comúnmente reconocido como el percentil de liderazgo, en este caso el percentil de abajo, de lo que serían las tendencias reactivas, se tolera e incluso se desea que sea hasta un treinta y tres por ciento, con lo cual no es malo. Lo malo es cuando ya te excedes de ese treinta y tres por ciento, que aparece en las gráficas debido a la analítica que se ha hecho con las personas, nosotros normalmente recomendamos doce personas elegidas por ti mismo, por ti misma, que te conozcan bien trabajando.

Si doce personas de manera independiente analizan distintas dimensiones de tu liderazgo y, en este caso, el liderazgo arrogante, en la dimensión de arrogancia dentro de protección apareces con una escala muy alta, deberías, como mínimo, pensarlo, si es la mejor manera de liderar. Si, sin embargo, te aparece bajo, sugiere que la expresión creativa y el liderazgo que tú ejerces no está limitado por una necesidad de sentirte superior a los demás, sino que simplemente has aprendido que liderar no es más que estar al servicio de la organización, hacer crecer a a las personas, porque es la única manera que tú puedas crecer también, sin que por ello tengas que pagar un precio alto. La idea es que muchas veces con el ego, con el egoísmo también, que es hija del ego, al final acabamos entendiendo o imaginando que las personas trabajan para nosotros, y que en realidad nuestros objetivos, que nos van a ayudar, incluso el bonus, etcétera, etcétera, es la prioridad, y las personas deben ayudarnos porque para algo estamos donde estamos, no nos lo han regalado, nos lo hemos merecido, etcétera. Craso error, craso error a reeducar. Si eres líder, debes saber que el patrimonio no es tuyo.

El patrimonio de el líder es de las personas que trabajan con él. Es como la confianza. La confianza no es tuya, te la otorgan. El liderazgo no es tuyo, te lo otorgan. Lo único que te pueden otorgar es la posición, pero el nombre no hace al líder, el lo que hace al líder es la práctica.

Y de ahí que insistimos semana tras semana hablando de la necesidad de reeducar nuestro liderazgo, a veces de forma muy muy crítica, otras veces de forma más suave, pero en cualquier caso hay que repensarlo cada día, así que te animo a que reflexiones por ello y te invito al siguiente vídeo. Te vaya muy bien y muchas gracias.