Error #20: Confundir velocidad con dirección

Pere Rosales:

Te levantas y llevas de prisa, todo parece urgente, mensajes, reuniones, decisiones, ¿y tú? Corriendo detrás del día, como si no pudieras alcanzarlo. Te sientes productivo, ocupado, necesario, pero en realidad no sabes si avanzas o solo te mueves, porque una cosa es ir rápido y otra muy distinta es tener rumbo. Hay líderes que confunden movimiento con progreso, que creen que correr más los llevará antes, sin darse cuenta de que lo importante no es llegar antes, sino llegar bien. La velocidad es adictiva, da sensación de control, de éxito, de poder, pero también ciega.

Pere Rosales:

Te hace perder de vista el propósito, el sentido, el para qué. Y cuando esto pasa, el liderazgo se convierte en pura inercia. Es un hacer sin pensar, es un correr sin mirar, en un avanzar sin saber hacia dónde. A veces, lo más valiente no es acelerar, de hecho, es parar. Parar para mirar el mapa, para revisar la dirección, para preguntarte si lo que estás haciendo te acerca o te aleja de donde quieres ir.

Pere Rosales:

Porque moverse no siempre significa avanzar, y avanzar no siempre significa progresar. El liderazgo no se mide en velocidad, se mide en sentido. Y si pierdes la dirección, da igual lo rápido que vayas, te estarás alejando de ti absolutamente. Y este es el error número 20 de nuestra serie, y si te ha resonado, te invito a que lo busques en el Club Inusual, te inscribas en la lista de espera, si es que quieres hacer el microcurso, y sino que comentes con los miembros de la comunidad más de 2500 personas que cada día intentamos ser mejores líderes. Nos vemos en el siguiente episodio.

Error #20: Confundir velocidad con dirección