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El noveno mito de la innovación dice que la innovación es un caos completo, que no se puede coger por ningún sitio y que debe ser así porque sino no sería innovación, porque está llena de creatividad y porque resulta que la innovación y el caos conviven muy bien, pues tampoco es cierto. No es cierto para nada, de hecho, la innovación es un proceso ordenado, riguroso y metódico, y dentro de eso significa que también hay un espacio y un tiempo para la creatividad, para dar rienda suelta al cerebro, para generar para la creatividad, para dar rienda suelta al cerebro, para generar ideas, para pensar fuera de la caja, para volver a ella, etcétera, etcétera. Y es que la mayoría de disciplinas vinculadas con la creatividad parece ser que tienen como un áurea artística, como un áurea, pues, anárquica, caótica, porque si le ponemos reglas representa que no es creativo. Y eso no es cierto, y sino que se lo pregunten a los profesionales de la creatividad, empezando por la creatividad publicitaria. Un buen creativo necesita espacio para crear, pero eso sí, necesita un proceso.

Un científico trabaja con creatividad, se hace preguntas, utiliza el pensamiento crítico para poder generar ideas, para poder hacerse la pregunta que está buscando realmente, y para ello necesita un proceso libre de lógica, pero eso no significa que ese proceso libre de lógica no esté dentro de un metaproceso mucho más ordenado y más riguroso, con lo cual la innovación es una disciplina, es una competencia, y por lo tanto no podemos estar a expensas de que no se nos ocurre nada. Imagínate decirle eso, pues, a una agencia de publicidad que vive de generar buenas ideas para sus clientes, o una agencia de producto, o un laboratorio. La disciplina de generar ideas, de trabajar con creatividad está dentro de un proceso. Por ello, si te dicen que la innovación no se le pueden poner reglas, diles que se mire en este vídeo. Gracias.