¿Es tu liderazgo complaciente?

Pere Rosales:

Seguimos hablando de reeducación ejecutiva. Estamos en las tendencias reactivas siguiendo una de las herramientas más populares para poder ver cuánto de efectivo es nuestro liderazgo, cuánto se necesita que nuestro liderazgo sea re educado, utilizamos The Leadership Circle como una referencia, no la única, pero sí para podernos basar, y estamos hablando, como digo, de las tendencias que cualquier persona que tenga una responsabilidad de liderar a un equipo, pues tenemos. Son tres en concreto, una responsabilidad de liderar a un equipo, pues tenemos. Son tres en concreto, estamos en la primera, le llamamos cumplimiento, y dentro de esa tendencia reactiva que viene a ser, pues querer cumplir con todo el mundo, al final perder parte de nuestro liderazgo por dejarnos llevar quizá, un poco demasiado por la gente, en el caso en que nuestra evaluación salga cargada ahí, pues hablábamos la semana pasada de si nuestro liderazgo era conservador, que es una de las dimensiones de esta de de este factor de cumplimiento, que están, como digo, dentro de las tendencias reactivas. La segunda de la que vamos a hablar hoy, como has visto ya en el titular, es complaciente.

Pere Rosales:

Complaciente es aquella persona que tiene una responsabilidad de llevar uno o varios equipos, y que tiene aquella tendencia a entender que, bueno, debe llevarse bien con todo el mundo, por decirlo así. Quiere ser popular o no quiere ser la nota discordante, a menudo establece metas que, más que nada, buscan quedar bien con los demás o mantener una imagen que normalmente prefiere evitar los conflictos, o que, en el fondo, lo que quiere es simplemente caer bien o quedar bien. Esto resta muchísima potencia y muchísima efectividad en el liderazgo, porque el equipo, aunque pueda parecer que eso lo agradece, en realidad no lo agradece. Un equipo que ve que su líder es complaciente, que tiende a quedar bien o a querer ser aceptado, en realidad está haciendo un flaco favor a su liderazgo, y por eso hablamos de eso. En el caso en que aparezca esa dimensión baja, es buena noticia, significa que esa persona ha entendido que esto de querer complacer y de mantener, digamos, pues ahí bien calentito a al equipo, pues no hace ningún favor ni al equipo ni a la organización, y muchísimo menos a la causa que tiene la organización, con lo cual la gracia es poderlo tener arriba.

Pere Rosales:

Cuando hablemos de las competencias de liderazgo, competencias creativas de liderazgo, entonces verás a qué nos referimos, hay cinco en concreto. En el primer episodio hablábamos de ellas también. Así que, en este caso, ¿cómo saber si somos complacientes? Hombre, la la mejor manera es hacer el TLC, hacer ir a The Leadership Circle, puedes buscarlo en Google directamente, puedes hacer el test incluso gratuitamente. Sirve de bien poco si no lo estableces con un grupo de observadores, y para ello, evidentemente, sí que te harán que pagues una una cuota.

Pere Rosales:

Insisto, aquí no pretendemos venderte nada, sí que queremos explicarte que hay formas de poder medir la efectividad del liderazgo de tu equipo ejecutivo, esté al nivel que esté, y que, en el caso en que no quieras hacerlo, pues si te dejas llevar por estos episodios como mínimo, vas a saber de qué va la cosa y, quizás, si te resuena, pues puedas utilizarlo en tu organización, y hasta, incluso, a veces podría pasarte por la cabeza que quizá en el club inusual podrías encontrar algo de utilidad o algo de valor para ti o para tu equipo. En cualquier caso, estoy aquí para referirme, en este caso, a la dimensión, digamos, de complaciente. La semana que viene hablaremos de otra, te dejo con ello y seguimos, que vaya muy bien.

¿Es tu liderazgo complaciente?
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