1º Mito de la innovación

Pere Rosales:

Es bien sabido de todos que una empresa que no innova está condenada a desaparecer un día u otro, es una cuestión de tiempo. Ahora bien, muchas veces hablamos de innovación, se nos llena la boca, la ponemos en la misión de la compañía, decimos cuando presentamos nuestra empresa que es una empresa innovadora o que innovamos. Otra cosa muy distinta es que realmente lo estemos haciendo de manera sistémica, de manera que haya una disciplina, no un departamento, una disciplina dentro de la organización que tenga de manera deliberada la función de explorar nuevas formas de hacer negocio, de mejorar el valor que prestamos a los clientes, etcétera, etcétera. Y a esto le llamamos innovación corporativa. Hablaremos durante este primer mes de enero y febrero hablaremos bastante de esto porque tenemos precisamente un curso que está viniendo y que está anunciado que es liderazgo o liderando la innovación corporativa.

Pere Rosales:

Te invito a que le eches un vistazo a este enlace porque vas a oír hablar bastante, y no solo por parte nuestra, sino por parte de, prácticamente, cualquiera que esté haciendo formación o transformación, como es en nuestro caso, dentro del mundo de la empresa estamos hablando de innovación. Pero innovación de verdad, no innovación simplemente de postureo. Ahí es donde está la gracia, con lo cual vamos a iniciar una pequeña serie de diez mitos de la innovación, y este es el primero. El primer mito es que la innovación es una cuestión de ideas, y yo diría que nada más lejos de la realidad, si es que ponemos la palabra solo, ¿no? La innovación es solo una cuestión de ideas.

Pere Rosales:

Realmente no es así. El gran mito es que empezamos con las ideas y acabamos con las ideas, pero no es así. Realmente, la realidad es que las ideas es solo el principio y muchas veces es muchísimo mejor una buena implementación de la innovación, evidentemente, con una idea que sea innovadora, que no tanto una idea muy brillante que realmente luego no está bien implementada. La gracia está en que seamos capaces de encontrar ideas, no que sean muy originales, sino que, en realidad, respondan a una necesidad o problema existente en el mercado, en el cliente, en aquellos que son los receptores del valor que nosotros generamos como organización. Y esto muchas veces realmente cuesta porque, de hecho, la mayoría de proyectos de innovación fracasan precisamente por eso, incluso en startups, la mayoría de startups fracasan.

Pere Rosales:

Esto me imagino que lo sabes y si no, pues que no te sorprenda, la mayoría de de startups fracasan. Básicamente, y la principal razón, hay varias razones, ¿no? Pero la principal es porque su idea no responde a una necesidad real de negocio, es decir, inventan algo o innovan en algo que nadie les ha pedido y que realmente cuando lo ven, pues, bueno, les puede gustar más o menos, pero en realidad no les resuelve una situación, no aporta nada nuevo que sea lo suficientemente fuerte como para dejar la alternativa al lado y optar por esa innovación. Con lo cual, primer mito desbancado, la innovación no son solo ideas, de hecho, las ideas son solo el principio. Te dejo con una pregunta final.

Pere Rosales:

¿Hasta qué punto yo en mi organización estoy innovando de manera sistémica? ¿Hasta qué punto la innovación para nosotros es algo, no que está en el aire, no? Como aquello que decimos love is in the air, sino que realmente hay en mi agenda y la de mi equipo, directivo y resto, hay un espacio para la innovación. En el sistema de compensación hay una retribución vinculada a las ideas han sido realmente objeto de innovación, hayan funcionado o no, y tengo métricas de innovación de la misma manera que tengo métricas de rentabilidad. Te dejo con esa pregunta, reflexiona hasta qué punto nosotros realmente tenemos la innovación dentro de nuestro propio sistema operativo.

Pere Rosales:

Hasta luego.

1º Mito de la innovación
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